Pasan más días, y cada ves me aproximo otro tanto más al fulgor que emana de las llamas eternas que pululan en los aposentos de satanás. Me he dado cuenta cuando al comprar empanadas con tickets me dieron un vale de $1 cuya fecha de vencimiento excede a cualquier lineamiento del espacio-tiempo tal y como lo conocemos en la vida terrenal. Obviamente el traspasar el límite de lo humano indica que me encuentro a medio camino entre lo vivo y lo no-vivo, donde el tiempo deja de tener sentido para tratarse solo de una sucesión interminable de dias y noches sin rótulos ni calendarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario