Sobredosis de TV,
no creo poder resistir.
Y un aire demasiado tenso,
si al menos estuvieras aquí.
De sobra es sabido que la televisión argentina es cualquier cosa menos un producto de calidad, culturalmente relevante, entretenido, creativo, sagaz, mentalmente iluminador o filosóficamente reflexivo. Seamos honestos, si quisiéramos ese tipo de efecto cultivador de ideas leeríamos libros: pedirle a la bien llamada caja boba que tenga algún efecto colateral superior a la absoluta nulidad de pensamiento y la ocasional mancha de baba que chorrea en dirección a la camisa nueva que decidimos estrenar apenas llegamos a casa y sin haberle quitado siquiera las etiquetas, es una estupidez digna de un televidente.
Y que esperaban, si los maestros de ceremonias
son “Mr. Nalgas”, ”Carajo Mierda”
y “¿Un Dinosaurio? ¡¿Vivo?!”
Ahora que la oferta culturalmente relevante proviene de canales extranjeros, y que el único canal nacional con cierto contenido útil se ha vuelto una emisión de 24 horas de partidos de fútbol y propaganda política oficialista, la oferta de artistas y producciones locales se sumerge y se deja arrastrar río abajo por las torrentosas aguas del río de la pelotudés. En general se trata de un conjunto de nadies que quieren ser alguien para que otro montón de nadies, que se creen alguien por olfatear como sabuesos la vida de otros alguien, hablen de ellos en un intento por capturar la mirada atenta de, ahora si, otro montón de los verdaderos y auténticos nadie que vendrían a ser los televidentes.
Representado arriba: Rial Vs. Canosa
Esta situación suele mantenerse en ese tono durante la mayor parte del año. Hasta el verano. Y acá es cuando se pone bravo. Muy bravo. En serio. Puedo poner todas las frases cortas que quiera separadas por puntos. En serio. Todas las que yo quiera. Volviendo al asunto, la alta sensación térmica envía a los antes mencionados maestros de ceremonias en un viaje sin escalas a Miami a disfrutar de unos meses de descanso que aprovecharán para ingeniarse nuevos métodos de idiotizar a la masa, no la de la pizza, sino a la masa del populacho, quienes a pesar de comer pizza rara vez exponen la masa al fulgor televisivo antes de introducirla al horno.
Todos ejemplos incorrectos de a lo que me refiero
cuando digo “masa”
Esta falta de gurúes que comanden el frente de ataque televisivo abre campo y espacio de programación para los programas de verano de baja calidad que toman lugar en la cercanía de las playas y balnearios de moda. De esta forma, la pantalla incrementa la proporción apariciones/hora de gordos en maya, piletas y gente jugando a la paleta. Sorprendentemente, el índice de tangas parece sostenerse en los mismos valores.
A veces me pregunto si una placa fue consecuencia de la otra.
¡¿Ven lo que pasa cuando estalla el verano?!
Los programas temporales antes descriptos suelen tener un período de vida relativamente corto, aunque algunos suelen extenderse como programación diaria habitual en el horario de la siesta. Sin embargo, su naturaleza de producto temporal no desaparece, y pronto afrontan la difícil tarea de sobrevivir y tener rating cuando los dinosaurios inmortales que comandan el destino de la televisión vuelven a su mediocridad habitual. La solución: llevar famosos y renombrar el programa a “<Nombre original> Famosos” o “<Nombre original> VIP”. Y es esta misma característica añadida lo que los termina condenando a la dolorosa muerte seguida de desaparición instantánea. En cierta forma me hacen acordar a los productos alimenticios que luego de un par de años al mercado son renovados con una etiqueta que indica “Ahora con más sabor”, “Ahora más rico”, “¡Mas Sabroso!” o descripción de mejora de calidad general. A mi me hace pensar dos cosas: o bien estuvieron vendiéndome porquería conscientemente durante 2 años, o bien no cambió en nada más que ese sticker y sigue siendo porquería. Sea como sea, prefiero dejar de comprarlo.
¡Para seguir la tendencia, One Of My Turns ahora
viene con Soylent Green*!
(* Soylent Green está hecho de gente)
3 comentarios:
Ese tipo de programas son una porquería. Me gustó el borde redondeado de las imágenes.
a mi me gusta usar la tele de adorno, justamente por que adentro generalmente no hay demasiado que nos ilustre...
No creo que estés siendo justo con la televisión argentina. Después de todo, no hace tantos años tuvimos superproducciones como ésta: http://www.youtube.com/watch?v=4FYGks0uQCs
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