Edward Dijkstra fue un gran físico y matemático, orientado fundamentalmente al área de la computación. Este muchacho sentenció a la muerte la instrucción GOTO, descubrió el algoritmo para la ruta más corta en un grafo, diseñó el sistema de semáforos computacional, y generó toda la movida loca y descontrolada de la verificación formal de programas. No tengo idea de su vida personal, pero creo que sería correcto asumir que don Dijkstra era un nerd absoluto carente de personalidad o vida social, con tantas posibilidades de estar en contacto con una vulva como las de que se materialice ahora mismo en el pasillo un enano y nos regale chocolates a todos. Ah… un momento… se acaba de materializar un enano y nos está dando chocolates. Enano con chocolates 1, Dijkstra 0.
Not pictured above: Edward Dijkstra lifestyle.
Esta falta de acercamiento del mencionado matemático al sexo opuesto me pone en la situación de verme obligado a definir como sería una mujer… en términos computacionales. La gran mayoría de las personas son fácilmente clasificables mediante lenguajes de programación; e incluso Dios podría representarse como el mismísimo Assembler que le da consistencia y remite a la implementación pura de cualquiera de nosotros. Si las mujeres fueran un lenguaje de programación, sin duda serían JavaScript, por los motivos que detallo a continuación:
- CONTRAS
- El 90% de las personas cree que las conocen y las entienden bien, pero llegado el momento se dan cuenta de que en realidad no saben casi nada y no saben que hacer.
- Gran parte de esa falta de entendimiento viene dado por el hecho de que no son transparentes en la implementación, nunca documentan correctamente que están haciendo, porque, para que, y como sus acciones te cagan la vida.
- Son inestables e incoherentes, y es complicado saber exactamente que les está pasando.
- PROS
- Son muy pero muy rapiditas.
- Se dejan meter mano por todos lados.
- Son increíblemente flexibles
Not pictured above: me not being a
freaking nerd.
Una característica que dejé para el final, y por ende para extenderme sobre la misma, es el hecho de que tanto JavaScript como las mujeres coinciden en que no tienen sistema de tipos: todos son iguales. El primero no tiene sistema de tipos definido, las segundas comparten un odio sincronizado, exclusivo y canalizado hacia los hombres, que las lleva a enarbolar el “Todos los hombres son la misma mierda” como grito de guerra feminista. El mecanismo de sincronía que presentan haría saltar de la alegría a Dijkstra y sus semáforos computacionales, porque es un mecanismo increíblemente poderoso. Además de sincronizar su odio al género masculino, son capaces de sincronizar el color de los zapatos y la cartera con 140 elementos ubicados aleatoriamente a su alrededor.
Not pictured above: a feminist being feminine.
Una última observación acerca de lo poderoso de este sincronismo, es la habilidad que poseen para sincronizar sus ciclos menstruales luego de convivir durante un cierto período de tiempo, y créanme que no les miento, esta nota lo explica. Gracias a información como esta es que hemos tomado como credo la frase “Mujeres: no puedes vivir con ellas, no puedes enviarlas a todas a Canadá”, dado que hemos comprendido que, de enviarlas todas a un mismo territorio provocaría que se sincronicen menstrualmente entre ellas, catapultando el fin del mundo una vez alcanzados “esos días del mes” en los que van a estar todas locas…. simultáneamente.
Not pictured above: a new Olympic discipline called
”Synchronized Periods”
1 comentario:
Pensé que te referías a Dijsktra,el ex jugador de Boca. Pero me comí una I.
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