lunes, 26 de octubre de 2009

Más Que Partes

El tuning es a los autos en serio lo que Frankenstein es a los seres humanos en serio.

Así de crudo abro el post, producto de una reflexión en conjunto a un amigo que no voy a nombrar para no perjudicar su imágen en caso de que los lectores se pongan violentos. Planeaba ir el sábado a una exposición de autos en el predio de Costa Salguero (Capital Federal), planes que fueron relatados a un amigo que sabiamente supo preguntarme "¿Autos o tuning?", una diferencia sutil y al mismo tiempo abismal. Mi respuesta fué la frase que abre este post, y que de alguna forma me ayudó a terminar de definir de que lado estoy en torno a todo el asunto. Claro que a la expo fuí de todas formas, puesto que sabía que aunque iba a haber tuning, también iba a haber autos. Para los que me tienen de amigo en Facebook, hay una galería entera de fotos al respecto; para los que no, son fotos de autos.


Auto en serio: Ferrari 208 GTS Targa
Lástima el nabo que se paró al lado para la foto.



Cláramente el salón, los visitantes, los expositores y la música estaban divididos en dos grupos inmediatamente diferenciables: autos originales y autos tuning (voy a dejar Hot-Rods  y Customs de lado, porque les tengo un sano respeto). Autos restaurados a la perfección tras incontables horas de pulido de cromados; pelirrojas inmaculadas inundando el salón y diciendo "¿Te quemaste?" a cuanto otro vehículo se animase a estar en sus cercanías; un verdadero bandido con intenciones de hacer sentir como Junior a los que tímidamente se asomen a su espejo retrovisor. Elegantes y violentos por igual, como James Bond, eran lo primero que uno veía al ingresar al salón, para capturar todas las miradas y los fulgores de los flashes; caballos, toros, tridentes: erguidos y orgullosos sabiendo los emblemas de lo que representan. Justamente esa mística es la que los llevó a estar al frente de la exposición, dejando el fondo del salón para el resto, para los Frankensteins; detrás del glamour y el rouge perfectamente delineado, estaba el festival del maquillaje al mejor estilo Krusty: no existen colores sutiles para los dueños de los autos tuning.


Regla I: Agregar colores, vinilos y tubos de neon
hasta conseguir esto en los transeuntes.



No solo la vista se siente totalmente insultada ante semejante diversidad de colores, sinó que los oidos también son agredidos en forma permanente por los sobredimensionados equipos de música que colocan en los ya inutilizables baúles o plazas traseras de sus vehículos. Lo molesto no es el volúmen, es lo que hacen con el mismo: ponen reggeton. Honestamente, si hay algo que no me gustaría es que toda la cuadra sepa que tengo un gusto musical tan de cuarta como para realmente disfrutar de esa cumbia^2, mezcla entre cumbia villera nacional y cumbia villera yankee (también conocida como hip-hop). Es el equivalente a tatuarse "Loser" en la frente, usar una remera que diga "me gustan las gordas" o dar el nombre real (acompañado del número de celular) en alcohólicos anónimos: ciertas cosas deberían mantenerse en las sombras del desconocimiento. Sigo sin entender porque les gusta tanto que todo el mundo tenga que enterarse de su mal gusto musical. ¿Te gusta Dandy Yunke? Perfecto, escuchalo todo lo que quieras. Solo. Con auriculares. Lejos. En un submarino.


Regla II: No demostrar conocimiento acerca de
Pink Floyd, Led Zeppelin, Sui Generis,
Eric Clapton o The Beatles.



¿Te suenan los nombres Andrea Pininfarina, Gaffoglio o Giorgetto Giugiaro? Si te gustan los autos medianamente en serio, deberían. Pero si sos una persona normal, probablemente no los sentiste nombrar nunca en tu vida, pero no te sientas mal: los propietarios de autos tunning tampoco, solo conocen lo que vieron en las películas de Rápido y Furioso. Y es justamente esta falta absoluta de la apreciación por el diseño lo que los lleva a recargar sus vehículos de componentes plásticos que ellos llaman "aerodinámicos" y que los ingenieros llaman "cachos de plástico que destruyen 8 meses de trabajo en tunel de viento". Pero claro, estos autos necesitan todos los alerones posibles, con sus motores super-potenciados y las velocidades astronómicas que desarrollan, cualquier apoyo aerodinámico es bueno para no perder el control en las curvas más complicadas. Sarcasmo aparte, necesitan potenciar los motores solo para mover los 80kg de fibra de vidrio extra que el auto tiene repartidos en la carrocería.


Regla III: 250 kg de carga a 250 km/h sin alerones.
Los ingenieros no saben nada, mátenlos.



¿Y que más hay en las cercanías de los autos tuning? Promotrolasvestis: promotoras con pinta de facilongas y que probablemente sean travestis. Supongo que todas las black-lights que ponen adentro de los autos son para poder verificar que los billetes no sean falsos cuando una de estas "señoritas" les dan el vuelto luego de haber ofrecido sus servicios. Y quiero aprovechar para hacerles una aclaración: ninguno de esos autos de la exposiciones tiene máquina de humo dentro, es solo el aceite que chorrean que se quema al caer sobre el caño de escape.


Regla IV: Conseguir buenos sponsors
para la Mega Expo Tuning 2010

3 comentarios:

Lukas Rybensen dijo...

Jajaja, muy bueno, promotrolasvestis jejeje. Pobres tunners?

Estoy en el selecto club que conoce a Pininfarina, no estoy seguro pero de chico me dijeron que el disenyo del Torino era de el. Sea o no cierto a alguien que le adjudiquen el Torino ya se merece mi admiracion solo por eso jejee.

Abrazo

Diabla Región 4 dijo...

Me da felicidad saber que los nacos en todas partes son iguales. Y también en todos lados escuchan Daddy yankee.
saludos!

Diego dijo...

No podes hacer un post de tuning sin poner fotos de promotoras! Flojisimo! :P
Ahora, la verdad que el 90% de lo que normalmente se llama "tuning" es grasa.
Mal!

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