Cualquiera que haya informatizado en mayor o menor medida diferentes aspectos de su vida, como enviar y recibir mails, pagar sus cuentas on-line o hacerse un Papanicolau electrónico, ha introducido un nuevo miedo en su vida: el miedo a los hackers. No solo porque atentan contra nuestra información privada, sino que pueden quedarse con nuestras cuentas de correo electrónico o Facebook solo con el objetivo de enviar mails haciéndonos pasar por gay; y en peores casos pueden obtener información de nuestras tarjetas de crédito o cambiarnos la fecha en que tenemos que hacernos en e-Papanicolau. En formas más extremas, un buen hacker es capaz de utilizar cajeros automáticos a su gusto o arrancar autos por control remoto, aunque estas últimas actividades caen fuera de lo divertido para entrar en el plano de la delincuencia y es frecuente que estos hackers más experimentados intenten evadir la justicia tanto como les sea posible para evitar terminar en prisión.
Izquierda: un Hacker que robó datos de tarjetas
de crédito para comprarse un iPhone.
Derecha: un rapero que golpeó a todo un equipo
de básquet solo para robarles las zapatillas.
Adivinen quien es la perra de quien…
Este miedo a ser el chiche sexual de un preso “de verdad por matar a alguien y no por andar haciéndose el pelotudo con la computadorita” hace que los hackers lleven su estilo de vida transgresor hacia otros planos: los hackers están hackeando cosas por pura diversión. Así, hackean combos en McDonalds para ahorrarse $1,50 o van de a dos al supermercado para hackear la caja rápida cuando tienen más de 10 productos, o incluso han hackeado películas en 3D para volver a verlas en 2D, todo para obtener pequeños beneficios personales en función de torcer las reglas un poquito.
Hack entibiador de botellas al estilo policial
De hecho el futuro solo nos depara hacks más y más suculentos a medida que la informática y la robótica tengan un desarrollo sostenible. De hecho puedo prever que en el futuro un pasatiempo diario será poner robots en contradicciones lógicas o que atenten contra alguna de las 3 leyes de la robótica solo para verlos sobrecalentarse y explotar mientras nos cagamos de risa en el piso. Tan previsible es este futuro que aunque no existan aún robots a la venta en el mercado, la mayoría ya tiene lista una clausula en la garantía que aclara la invalidez de la misma si “el robot es expuesto a una contradicción lógica” o “es obligado a tomar cerveza”.
Pero tengan cuidado, no todos los robots se toman
el asunto tan a la ligera y podrían llegar a
ponerse un tanto… violentos.
Sin embargo, para los que no tengan un robot a mano o no quieran esperar tanto tiempo, pueden ir practicando un hack similar ahora mismo en sus casas. Lo único que necesitan es conseguirse un perrito y ponerle de nombre “Sit” o “Sentado”. A continuación entonces, solo resta acostumbrarlo al nombre y llamarlo desde la otra punta del departamento: si acude a su dueño entonces respeta la premisa de que al ser invocado por su nombre debe llevar a cabo la mencionada tarea, pero fallaría a la instrucción de quedarse sentado; mientras que si se queda sentado está obedeciendo la instrucción de sentarse, pero fallando a responder la premisa de que cuando se invoque su nombre debe acudir a su dueño, situación esta última de todas formas un tanto normal dado que un perro promedio responde al llamado solo el 60% de las veces y el 40% del resto de los intentos procederá a ignorar la instrucción o a lamerse sus partes íntimas.
No encontramos mejores sujetos de prueba,
sepan disculpar la variabilidad estadística.
El resultado científicamente esperable es que el perrito empiece a dudar que acción realizar, abrumado por la contradicción lógica a la que la instrucción lo conduce, comience a moverse nervioso, ladre insistentemente y eventualmente explote. Luego su dueño, orgulloso, podrá sacarle una foto y subirla a www.ihackedmydog.com y así compartir con el mundo la felicidad que nos provoca hackear el perrito de alguna ex-novia.
Otra forma igual de divertida de
“hackear” un perrito.
1 comentario:
El post más ñoño y suculeto que he leído en mi vida!!!
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