sábado, 26 de junio de 2010

Efemérides

Por alguna coincidencia cósmica, el 24 de Junio parece ser un día reservado para el nacimiento de figuras destacadas, lo que me lleva a pensar que el cosmos está verdaderamente alineado, que seguro mi fecha de nacimiento ha sido esa y que mi documento indique otra es un mero error administrativo.

cola_dni
O mis viejos estuvieron 4 meses haciendo cola
para anotarme, lo cual es altamente probable
dadas las circunstancias.


Personajes aclamados por los fanáticos del fútbol, como Messi o Riquelme, comparten cumpleaños con uno de los más grandes pilotos de F1 de todos los tiempos, Juan Manuel Fangio. Es también la fecha en la que la cultura recuerda con gran pesar el aniversario de la muerte de Gardel, mientras que los programas chimenteros de la tarde, Crónica TV y el 80% de los ebrios cordobeses recuerda incomprensible al “Potro” Rodrigo. Pero entre tanto nombre a la mayoría de las personas se le suele escapar uno que es quizás más importante que todos estos, y es el de Ernesto Sábato.

Mazinger5
En esta fecha también recordamos a Jean Metzinger,
pintor francés. Aquí lo vemos festejando el triunfo
de Chacarita junto a sus amigos del taller de macramé.


Y para ser justos con el pobre Ernesto, que por no saber conducir una lapicera a 250km/h o hacer jueguito con una máquina de escribir ha quedado relegado de los festejos nacionales en su propio cumpleaños, voy a rendirle homenaje contando algunas anécdotas desconocidas por la gran mayoría y que resultarán una verdadera sorpresa incluso para sus más devotos lectores, que revelarán el verdadero estímulo creativo que impulsa la creación de sus tres novelas, aunque dejaremos de lado sus ensayos para no extender este post más allá de lo necesario.

Old_Ladies
Las groupies de Sábato se juntan todos los domingos por
la mañana para hablar de su ídolo. Por la tarde van
al bingo y luego a la expo de andadores tuning.


Cuenta la historia que durante un breve período de su vida, Ernesto Sábato vivió en el corazón del barrio de Palermo, en Buenos Aires, más precisamente en la esquina de Scalabrini Ortiz y Santa Fe. La profusión de negocios de ropa hacía las delicias de don Ernesto, quien realmente disfrutaba salir a recorrer sus vidrieras para estar siempre al tanto de las últimas corrientes de la moda. Sin embargo, la vida en una intersección siempre en movimiento no es tranquila, y pronto las cosas se pusieron peor. Soportar los bocinazos, ambulancias, gritos, adolescentes ebrios presionando los botones del intercomunicador al apoyarse para orinar en el palier del edificio… todo eso pasó a segundo plano cuando comenzaron los temblores. Día y noche, temblores y vibraciones acompañadas del gutural sonido de las máquinas taladrando y abriéndose paso por las profundas entrañas de la tierra sobre la que descansa la ciudad. El subterráneo había llegado a su esquina, y su construcción planteaba para Sábato una molestia insufrible, a tal punto que decide suspender la redacción de uno de sus ensayos para dedicar las infinitas noches de insomnio, viendo el café hacer olitas por la vibración de los muebles,  a escribir una de sus más grandes novelas. Así es como nace ”Métanse la Línea D en el Centro del Orto”, historia que se limita a expresar “subterráneo y la remilput4madrequeteparió" en formato novela y mediante elaboradas metáforas, pero que las editoriales decidieron llamar “El Túnel” por cuestiones legales.

c_subte
Además, que te pinten la calle de verde y te pinten un
redondel blanco en el techo no debe estar tan bueno
como parece.


Cansado de la situación, Sábato se muda y decide tomarse vacaciones con sus amigos en Brasil. Sin embargo, entre garotas, garotos, feijoada, Pelé, a praia, caipirinhas, a mais grandi du mundu, sumbundunga y trequelele, las vacaciones se fueron de control. Sábato demoró casi 20 años en reunir el coraje para contar lo sucedido en el país vecino, y lo plasmó en su siguiente novela. Allí relata con gran pasión la preparación del viaje, la sorpresa al llegar a destino y percatarse de no haber llevado traje de baño, usar durante toda la estadía uno gentilmente cedido por un amigo y enterarse luego de haber regresado a Argentina que se había contagiado una ETS por el contacto contra esa diminuta malla. Esta intrincada historia queda debidamente relatada en “Sobre Herpes y Sungas”, libro controvertido si los hay, primero en función de la atípica historia, en segundo lugar por haber encontrado 196 formas de nombrar a su propio pene, y finalmente porque el tercer capítulo es una descripción minuciosa del proceso de acomodarlo en la sunga. Eventualmente se lo renombró como “Sobre Héroes y Tumbas” para evitar el disgusto de sus colegas literarios.

Ernesto_Sabato_Compress
Foto de las vacaciones de Sábato. “Tenía las piernas
cruzadas porque me picaba mucho la tararira”
, confiesa
a un periodista muchos años después.


Hay quienes insisten que su tercera novela, “Abaddón El Exterminador” relata el proceso de curación del herpes, mientras que otros aseguran que se trata de un verdadero exterminador que fue a desinsectarle la casa de verano que tiene en Las Toninas y no tiene nada que ver con lo sucedido a la ingle del escritor. Lo que si sabemos a ciencia cierta es que Abaddón sirvió de inspiración para los comerciales de Mister Músculo.

Para finalizar, un video casero de lo sucedido en ese místico viaje a Brasil, que nos muestra al escritor picarón que todos amamos. Para vos, don Ernesto Sábato, ¡Feli Cumplaño!.

 

Los Hermanos Sábato–Fiebre de Sábato por la Noche

2 comentarios:

Lausen dijo...

Justamente en "Sobre herpes y sungas", Sábato escribió: "Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia. Ahora, pasame el Aciclovir." Lamentablemente, con el cambio de nombre de la obra, también se borró la última oración. Una verdadera pérdida para la literatura universal.

Maciek dijo...

En "Sobre Herpes y Sungas" Ernie reflexiona: "¿Qué conjunto de palabras unidas al recuerdo de nuestra juventud no es extraña y melancólica?". Por supuesto, ¿qué más extraño que el herpes y las sungas?. El melancólico recuerdo de Brasil remonta a nuestro querido autor hasta las antiguas, elegantes y cómodas sungas.

Ese pequeño percance con su ingle llevó a Sábato a un estudio exhaustivo sobre el uso histórico de las sungas, pero este nunca fue publicado debido a una denuncia de derechos de autor presentada por Vertigo. En la siguiente foto (incluída en su investigación) podemos ver a un héroe acomodandose la sunga durante su viaje épico por los mares mediterráneos:

Ulises y su Sunga

Y por último, la foto del conflicto con Vértigo:

Un Héroe contemporáneo y su Sunga

Si alguien tiene más información sobre el "Ensayo sobre las Sungas" (nombre que le dio sábato a su tesis histórica), por favor haganme llegar el documento. Muchas gracias.

Blog Widget by LinkWithin