No mientan. Todos en algún momento vimos CheersSi señor, Cheers. Que magnífica serie. Que historias tan apabullantes y completas de significado que nos inclinan a compartir esos momentos preciados con nuestros compañeros y amigos. Bueno, en realidad la serie no era tan buena. Y los actores tampoco eran excelentes, el único muchacho rescatable es quien luego llevó a cabo el rol del Dr. Frasier Crane en la serie Frasier... y que en Cheers interpretaba también el mismo personaje.
Pero si hay algo que no faltaba en la serie, era camaradería. Ese subterraneo bar unía a quienes lo frecuentaban como a una auténtica familia, los buenos momentos no faltaban y la cerveza tampoco (bueno, en algún capítulo si faltaba y Norm se ponía medio loco... gordo borracho...).
Y si hay algo que falta ahora es eso. No es que falte en general, sinó que voy a reducirme a hablar en términos de lo estrictamente personal: realmente hace mucho que no me junto con mis camaradas imperiales (imperiales por ser de Río Cuarto, también conocido como "El Imperio Cordobés". No es que seamos fanáticos de Star Wars ni nada por el estilo, aunque estos tampoco faltan).
Los mismos senderos de la vida nos vieron a todos separarnos, y en particular tomé un rumbo que me mantiene alejado de muchísima gente que quiero y estimo profundamente. Empezando por mi vieja que la dejé totalmente sola y a veces me siento un cínico por haberlo hecho... siguiendo por mi viejo a quién también extraño pero al menos tiene alguien con quien compartir sus dias.
Y a los que dejé atrás también son a varios de mis amigos. En realidad "me traje" uno para Buenos Aires, y sorprendentemente tuvimos que establecernos a 700 kms de nuestra ciudad natal para estar a una cantidad de cuadras razonables de distancia. Entiendase me queda más cerca aca que allá, aún con lo vasta que es este monstruo de concreto donde habitamos. Pero todo el resto me quedó lejos... muy lejos... y tuvo que pasar asi un año sin verlos para notar su ausencia en profundidad.
Más de una ves me reprocharon (y con razón) porque cuando estoy en Río Cuarto no voy a visitarlos, y lo cierto es que nunca encuentro el tiempo. Los tiempos son tiranos, y las escasas horas que tengo en la ciudad del sur de Córdoba las tengo que repartir entre mis padres. Es bastante angustiante saber que en cada viaje voy a tener que repartir las horas como si fueran cartas... especialmente sabiendo de antemano quien se va a llevar la mano ganadora. Antes de darme cuenta, ya es hora de volver a treparme al micro de larga distancia y volver a andar los kilómetros que me separan de aquellos que tanto quiero.
Con muchos la comunicación se volvió escasa, con otros directamente se dió por perdida. Y realmente es lamentable estar en una ciudad donde casi no tengo amigos, para volver a una donde... casi no me quedan amigos. Aquí las noticias llegan con cuentagotas, breves, con característica de flashes informativos tardíos en los que la noticia ya no es noticia... y fué tan breve que nisiquiera te pudiste emocionar.
Supongo que no todo estará perdido, supongo que será momento de hacer algo al respecto. Ahora si me disculpan, tengo amigos que recuperar.
Pero si hay algo que no faltaba en la serie, era camaradería. Ese subterraneo bar unía a quienes lo frecuentaban como a una auténtica familia, los buenos momentos no faltaban y la cerveza tampoco (bueno, en algún capítulo si faltaba y Norm se ponía medio loco... gordo borracho...).
Y si hay algo que falta ahora es eso. No es que falte en general, sinó que voy a reducirme a hablar en términos de lo estrictamente personal: realmente hace mucho que no me junto con mis camaradas imperiales (imperiales por ser de Río Cuarto, también conocido como "El Imperio Cordobés". No es que seamos fanáticos de Star Wars ni nada por el estilo, aunque estos tampoco faltan).
Los mismos senderos de la vida nos vieron a todos separarnos, y en particular tomé un rumbo que me mantiene alejado de muchísima gente que quiero y estimo profundamente. Empezando por mi vieja que la dejé totalmente sola y a veces me siento un cínico por haberlo hecho... siguiendo por mi viejo a quién también extraño pero al menos tiene alguien con quien compartir sus dias.
Y a los que dejé atrás también son a varios de mis amigos. En realidad "me traje" uno para Buenos Aires, y sorprendentemente tuvimos que establecernos a 700 kms de nuestra ciudad natal para estar a una cantidad de cuadras razonables de distancia. Entiendase me queda más cerca aca que allá, aún con lo vasta que es este monstruo de concreto donde habitamos. Pero todo el resto me quedó lejos... muy lejos... y tuvo que pasar asi un año sin verlos para notar su ausencia en profundidad.
Más de una ves me reprocharon (y con razón) porque cuando estoy en Río Cuarto no voy a visitarlos, y lo cierto es que nunca encuentro el tiempo. Los tiempos son tiranos, y las escasas horas que tengo en la ciudad del sur de Córdoba las tengo que repartir entre mis padres. Es bastante angustiante saber que en cada viaje voy a tener que repartir las horas como si fueran cartas... especialmente sabiendo de antemano quien se va a llevar la mano ganadora. Antes de darme cuenta, ya es hora de volver a treparme al micro de larga distancia y volver a andar los kilómetros que me separan de aquellos que tanto quiero.
Con muchos la comunicación se volvió escasa, con otros directamente se dió por perdida. Y realmente es lamentable estar en una ciudad donde casi no tengo amigos, para volver a una donde... casi no me quedan amigos. Aquí las noticias llegan con cuentagotas, breves, con característica de flashes informativos tardíos en los que la noticia ya no es noticia... y fué tan breve que nisiquiera te pudiste emocionar.
Supongo que no todo estará perdido, supongo que será momento de hacer algo al respecto. Ahora si me disculpan, tengo amigos que recuperar.
I'll Be Back
1 comentario:
Hola Fian... Che loña, te escribo sobre esta nota, porque sobre esto quiero hacer incapié. La verdad me dio entre pena y un poco de nostalgia-alegre, leer esta entrada. Por un lado me acorde de todo lo que pasamos juntos y me cague de risa de muchas huevadas, pero por otro me da mucha nostalgia saber que cada vez estas cosas pasan menos, que cada vez nos vemos menos y sobre todo que cada dia que pasa, crecemos un poco más (no mentalmente) y las responsabilidades nos van tapando y haciendo dejar de lado una serie de cosas (amigo en principal) de lado.
Igual quiero cerrar haciendote saber que los que somos Amigos, como nosotros, nunca dejamos de serlo, ni aunque pasen 10 años que no nos veamos, porque ser amigo es una relación por decisión, no por obligación.
Un abrazo loka... y nos estamos viendo.
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