lunes, 10 de agosto de 2009

El Horror (No Es Lo que Parece II)

train_crash_zoo_3mile_post Jamás pensé que iba a ver cosa semejante. Abrí los ojos grandes, enormes, mientras sentía como cada uno de mis sentidos se estremecía ante lo que tenía en frente. El sudor frío, el pánico, el horror, la desesperación de haber contemplado algo de lo que sabía no quería ser testigo pero que sin embargo encontré irresistible. Similar a un choque de trenes, uno se tapa los ojos queriendo protegerse de la violencia del impacto, los gritos de dolor ahogados solo por el metal retorciéndose, el caos de ser espectador de algo tan espeluznante como inevitable; pero aún así dejamos una apertura entre dos dedos para no perdernos el acontecimiento, y solo con esa mínima luz alcanza para percibir cada horrible faceta del grotesco espectáculo que se sucede frente nuestro.

2007_10_25_nosferatu Intenté correr, solo para ver esa personificación de lo macabro en cada esquina, como si me persiguiera. Sentía el sudor pegajoso en mi frente, ensuciándome y apestándome, pero aún más sucio me sentía por dentro, como si la inmundicia de lo que había visto me manchara por dentro, degradando cualquier rastro de humanidad presente en mi cuerpo para reducirme solo a una masa uniforme de asco y nauseas. Me metí en la ducha y me refregué con jabón mientras el agua hirviendo castigaba mi piel. Pronto el jabón se había consumido y el único agente limpiador eran las rojas y doloridas yemas de mis dedos, y aunque el sudor y los aromas se fueron, las manchas oscuras seguían ahí oxidando mi humanidad.

eye_tear Cerré los ojos, con tanta violencia y fuerza como mis débiles párpados me lo permitieron, y en voz baja prometí nunca volver a abrirlos si existía la menor probabilidad de volver ser testigo de aquello que me había transformado en un infra-humano. Pero como todos sabemos, no existe tal cosa como lo imposible, solo lo altamente improbable. Y siendo que la estadística estaba en mi contra, decidí permanecer con los ojos cerrados desde ese momento en adelante. Rápidamente descubrí que aunque no las estuviese percibiendo en ese momento, las imágenes igual se proyectaban en mi retina con la misma intensidad con que las capturé por primera vez. Lo que realmente necesitaba no era un mundo de ceguera, sino una elaborada lobotomía que con altísima precisión pudiese quitar ese manojo de neuronas donde se almacenaba esa pesadilla que habita en el mundo de los vivos.

image-display Quizás por los nervios, quizás por el susto, perdí el conocimiento y me desperté un par de horas luego, aún bajo el intenso calor del agua que la ducha esparcía sobre mí. Me sequé, me peiné, me vestí y salí nuevamente al mundo como si nada hubiera pasado. Pero la pesadilla estaba ahí, la seguía viendo a cada instante. En las esquinas, en la televisión, en los quioscos, en las librerías, por doquier. Ocasionalmente me encontraba con la mirada de un desconocido que en una fracción de segundo me revelaba que el había vivido la misma psicosis de terror, y no podía evitar en pensar a cuantos más nos hicieron experimentarla sin nuestro consentimiento previo y sabiendo que, como sucede en un choque de trenes, no podíamos hacer nada para reprimir la curiosidad que genera lo grotesco.


Si, yo también vi a Zulma Lobato en Maxim.


Nota: Originalmente este post se supone iba a ser humorístico y acerca de Zulma Lobato. Pensaba cubrir mínimamente su “trayectoria artística” si es que semejante energúmeno puede ser considerado un artista solo porque sale en televisión cantando y bailando, y si es que aparecer en dos o tres programas donde te señalan con el dedo despectivamente y se ríen violentamente de tu ridículo aspecto en tu propia cara se puede considerar trayectoria. Iba a mencionar lo espantoso que fue ver este cúmulo de defectos en Crónica por primera vez, aunque iba a verme obligado a reconocer que no pude contener la carcajada. Luego iba a decir que me preocupaba mucho ver como ese rejunte de anomalías genéticas invadía cada espacio televisivo, radial o gráfico de este triste país que no tiene algo mejor que ver que a un señor pasado de edad usando peluca; pero el colmo de tener que verlo mostrando sus “atributos” en Maxim  y descubrir que ahora va a sacar un libro que además tiene el descaro de llamarse igual que uno de Evita, me hizo considerar que no merecía la pena dedicarle ninguno de mis chistes habituales y decidí escribir algo que si tuviera cierto valor artístico.

3 comentarios:

alelé dijo...

Fuera de el hecho que el post es muy bueno... jejeje, me imagine por donde venía (siendo este TU blog obvio)... quería decire que escribis muy bien, y bien podrías dedicarte a escribir cuentos de terror! HAcete un blog de terror, yo te sigo!!

Staff de Bla Bla Bla dijo...

Sí, hace un blog de terror, el monstruo es Zulma y de paso lo promocionas en Crónica. Todo cierra.

Diego dijo...

Me arruinaste la tarde...
Zulma en Maxim.
Ojala la tierra se abra y nos trague a todos de una puta vez.

Saludos

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