Está… ¡Vivo!

No vengo a hablarles de Denver El Dinosaurio, por más
cool y rockero que parezca. “¡Un dinosaurio! ¡Vivo!”
(sic Susana Gimenez)

Aunque me encantaría hablarles de los milagros de la ingeniería genética y la posibilidad de traer nuevamente a la vida especies ya extintas como los dinosaurios, los dodos o los FreddyMercurys, prefiero hablarles de algo más artesanal y que no requiere de sofisticados laboratorios: la hibridación. Algo tan macabro que usted señora puede hacer en la cocina de su casa con total impunidad, aunque veremos sobre el final del post una forma aún más sencilla de conseguir su propio híbrido quimérico sin ningún tipo de esfuerzo.

La Wikipedia define a un híbrido como “un organismo procedente del cruce de dos organismos de razas, especies o subespecies distintas, o de alguna, o más, cualidades diferentes”. No son nuevos, los hemos visto en miles de oportunidades antes:

Izquierda: Centauro, mitad hombre y mitad caballo
Derecha: Gaito, mitad gato y mitad gaita. Además, araña.

Pero la ciencia moderna nos ha permitido tener híbridos aún más innovadores y creativos que los dos ejemplos mostrados anteriormente. Solo alcanza con mirar la deformidad en que Dios ha convertido al ornitorrinco para darnos cuenta del abanico de posibilidades con que estamos jugando si de combinar elementos sobrantes en la creación de otros animales se trata. Pero no solo los humanos, la mitología o Dios gustan de la creación de híbridos, también las razas extraterrestres gustan de combinar conceptos y especies diferentes para dar así lugar a la creación de seres totalmente nuevos y con habilidades únicas. Hablo claro está de los Transformers, estos robots con capacidad de transformarse en diferentes medios de transporte e incluso en electrodomésticos.

Vi las películas dos veces, sigo sin percibir ni un
solo maldito robot, me siento estafado.

Aún más notorio es el caso de Bernardo Neustadt, un hombre a quien tras analizar detenidamente y descubrir que no tiene alma, no está formado por componentes metálicos y no aparece dibujado en ninguna pirámide, no podemos calificar de humano, robot o ser mitológico. Berni es fruto de una hibridación superior, producto de la mezcla de seres plenamente fantásticos que nunca habitaron nuestro planeta pero que en alguna extraña circunstancia cruzaron sus caminos, se emborracharon y tuvieron relaciones sin cuidarse, lo que dio como fruto al nombrado periodista. Si, Neustadt es el hijo no reconocido de Gollum y el Maestro Yoda.

"Lo que le da al Jedi su poder es un campo de energía creado por todas las cosas vivientes, nos rodea, penetra en nosotros y mantiene unida a la galaxia. Yo le llamo My Precious"

Pero ayer pude ver como se manifestaba frente a mi una creación concebible solo por el mismo científico loco que creó a Frankenstein. Reconozcamos, la idea de ese amasijo de partes no era del todo mala, después de todo era infinitamente más fácil de reparar que un humano común y los repuestos se consiguen en cualquier lado. Como les decía, puedo imaginar a este científico loco creando una nueva abominación en la camilla de ensayos, algo nunca visto por el ser humano antes, tan vil y malvado como delicioso. Y cuando su creación esta lista, la eleva al cielo para que un rayo termine de tostar el pan y derretir el queso mientras con expresión macabra grita a los cuatro vientos “Está… ¡Viiiivooooo!”. Así es como seguro ha nacido…

Tan repulsivo como delicioso. Si viven por la zona
de Belgrano no se lo pierdan.