Es increíble lo poco que se divierte uno en su propio casamiento, simplemente hay que estar pendiente de demasiadas cosas como para poder embriagarse del todo. No es una cuestión de voluntad, simplemente de falta de tiempo. Es por eso que después del propio casamiento, uno espera con ansias los del resto: para poder divertirse y comer todo lo que uno no pudo en el propio, y para tener la tranquilizadora sensación interna de "al menos no soy el único que lo hizo". Este fin de semana tuve un casamiento en Etruria, pueblo ubicado a 150 kms de Río Cuarto y del que el 99% de los lectores se estáran enterando de su existencia ahora mismo. A continuación, mi versión de los hechos (que probablemente coincida poco con la realidad).
Como se imaginarán, Etruria es un pueblo relativamente chico. A simple vista pude contabilizar 25 habitantes, lo cual indica que probablemente toda la población sea descendiente de primos. No puedo estar seguro, pero creo que el nombre del pueblo en realidad es el apellido de los habitantes: Marcos Etruria, Jimena Etruria, Juan Carlos Etruria, etc. Quizás por eso me sorprendió que los nombres de los novios (ahora marido y mujer) no terminasen en Etruria. Como dijo un conocido "si son hijos de primos son todos medio mongos, seguro que vas a pasar desapercibido". Terminaron siendo todos perfectamente normales y con inteligencia superior a la media, por lo que mi intento de pasar desapercibido comportándome como un idiota y haciendo el "Baile del Talón con el Codo" terminó con una llamativa cantidad de gente señalándome con el dedo y haciendo obvias referencias a mi inteligencia inferior.
Por si no fuera suficientemente obvio,
ahora tengo una remera que lo
deja bien en claro
Sumado a eso, nos perdimos. En las ocho malditas cuadras del pueblo, nos perdimos, y la única solución fué pedir instrucciones. Dado que el resto de los invitados al casamiento tampoco parecían ubicarse, las instrucciones recibidas fueron del estilo de "Seguí derecho 6 cuadras, cuando veas un barcito con dos viejos tomando algo doblá a la derecha, seguí dos cuadras más, en la esquina donde se rasca un perro volvé a doblar a la derecha, a mitad de cuadra hay un gato en una caja: abrí la caja, si el gato está vivo doblá a la derecha, si el gato está muerto doblá a la izquierda". Y así seguimos instrucciones salidas del experimento del Gato de Schrödinger hasta encontrar el hotel.
El gato de Schrödinger está deprimido:
"Nadie vino a mi cumpleaños/funeral"
Sobrepuestos a este contratiempo, fuimos con mi esposa a la iglesia a presenciar la ceremonia religiosa que da lugar al sacramento del matrimonio. Ceremonia para la cual aparentemente tenemos que estar todos de pié, algo contra lo que estoy en total desacuerdo. Para los invitados, ir a ver un casamiento es como ir a ver un espectáculo de naturaleza casi teatral, o similar a ir al cine, por lo que propongo que de ahora en más dicha ceremonia sea contemplada sentados cómodamente y con pochoclo opcional. Dicho sea de paso, es un espectáculo que suele terminar en final feliz, pero no estaría mal ir a un casamiento en el cual el novio (o la novia) se arrepienta a último momento, ante lo cual todo se revolucione, las familias de los (ahora ex) novios se empiecen a insultar y tirarse con cosas, los que tienen hambre preguntan si la fiesta se hace lo mismo, los que no tienen hambre preguntan si van a devolver el dinero de la tarjeta, o simplemente aparezca Wayne en la puerta gritando "Caaassaaaannndddraaaaaa!!!!!!". Eso último sería totally awesome.
You know who else might like to see
that happening in a church? Now, who
could it be? Could it be... Satan?
(Church Lady)
Para tranquilidad de los recién casados, sus familias y los invitados, no ocurrió nada de eso. Para mi intranquilidad, intentando ir hasta el registro civil volví a perderme, y eso que esta vez había una cola de autos para seguir. Lo verdaderamente sorprendente es que no era el único perdido, sinó que mi falta de orientación provino de seguir a otro invitado que estaba igual de perdido que yo; más sorprendente aún es que sin saber donde era la celebración posterior, terminamos en el predio donde eventualmente tomaría lugar la fiesta de casamiento. Atribuyo este "perderse pero no tanto" a algún sistema de radar vinculado a las aves de granja (chicken-dar o rad-pollo) que se activó en una combinación de hambre, horario, falta de mapas y olor a pollo en el aire. Evidentemente, el chicken-dar anula cualquier sentido de la responsabilidad civil.
Etruria en Google Maps, el lugar donde me perdí y
descubrí el chicken-dar. Espero la nominación para el
Premio Nobel al Inútil
Entrada, cena, vino, vals, postre, cuarteto. Hasta ahí, perfecto, se exáctamente como cenar, como tomar vino, como digerir un postre y como bailar cuarteto (nota mental: lo que yo considero "bailar cuarteto" para otros sería considerado "movimiento espasmódico con absoluta falta de ritmo y coordinación"). El problema empezó cuando el cuarteto fué reemplazado por el reggeton: me demoré casi 12 años en aprender el primer ritmo mencionado, no esperen que aprenda el segundo en menos de 5 o 6 años. De todas formas es un baile exclusivo para mujeres, en los hombres queda horrible hacer el perreo mientras nos refregamos unos contra otros, mientras que en las mujeres se lo percibe como algo infinitamente más sensual. Parece ser que nuestra única tarea con esa música de fondo es sentarnos en el capó de un auto exótico, con ropas holgadas como rapero y luciendo joyas alquiladas mientras hablamos despectivamente del sexo opuesto. De todas formas se agradece el cambio de música, el cuarteto claramente tenía fecha de vencimiento en el 2002 y a esta altura no le gusta a más nadie. Supongo que lo preservan para las fiestas como los casamientos solo para que los viejos chotos no se sientan tan viejos chotos; digamos que el cuarteto es a los casamientos lo que el formol es a Walt Disney: se lo conserva, pero nadie espera que reviva. Cuarteto, reggeton, salsa, música brasilera, todo me daba lo mismo: yo estaba muy ocupado haciendo "El Baile del Talón con el Codo".
Así como el casamiento llegó a su fin, este post también lo hace. Espero no ofenda a ningún... ¿Etrurio? ¿Etruriense? ¿Etrurienés?. Felicitaciones para los recién casados, ha sido una fiesta maravillosa en la cual me he divertido a montones, nos han atendido a todos como reyes y con un calor humano indescriptible. ¡Un último brindis para ellos, en formato de blog!
Personalmente, me gustan los brindis psicodélicos.
¡Felicidades!
9 comentarios:
Etruria tiene nombre de cacique separatista vasco.
Jjajajajajajajajjajajaja, buenisimo el inverosímil comentario. Ya que estoy hago algunas aclaraciones: somos etruscos (ni etrurios, ni etrurienses) y se llama así porque el ingeniero que dirigió la construcción de la estación de tren era de la Toscana, antigua Etruria, en Italia. Somos una colonia piamontesa... imaginate el resto. Saludos
No puedo creer que no pasaron Violeta, eso está muy pero muy mal!
El sentido de radar como el de homero en el medio del oceano, creo que no es un don de muchos, que envidia
¿No hay fotos del baile del Talón con el Codo?
@mauri - cuanta información acerca de Etruria!!!
@Juanita - si hay fotos del baile del Talón con el Codo... pero las tengo en Facebook.
En un lugar perdido de Europa Central hay un boludo que mirando un post en su notebook se ríe a carcajadas. Los eslavos lo miran y no entienden nada pero él lee y ríe sin parar. Ese soy yo, y el post es este. Muy muy bueno!!!
Abrazo
jajajajaa por diosss todavia me rio con eso de los hijos mongos..
ni idea del pueblo ese... y si. es verdad que si no tenes una wedding planner no la pashas divinuuuu...
es para gente cheta. como vos. como yo.
saludossssssssss
jajaajaja me reí mucho con la historia. Un saludo!
sin alcides eso no puede ser catalogado como "fiesta"
muerte al dj... que lo prendan fuego... matenlo!
XP
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