No, mi matrimonio no está pasando por un mal momento. No peleamos, no estamos viendo otras personas, no es que necesite un espacio íntimo para mi. Simplemente la criatura que tengo dentro grita con todas sus fuerzas necesito dormir en una de esas camas.
Tengo que reconocer que puede llegar a ser muy difícil convencer a las damas de hacer ciertas cosas en una cama de ese estilo, a no ser que se trate de Danica Patrick o alguna friki que nos levantamos en una convención de comics.
Interesados, los textos de las fotos llevan derechito a la página de MercadoLibre donde están a la venta.
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