Poco de Realidad, Poco de Show

Estuve un par de días sin televisor, falta causada por algún desperfecto técnico pésimamente arreglado por el service técnico y que terminará en una nueva visita a los mismos. Para celebrar la vuelta de la cajita de imágenes de Zulma Lobato, no tuve mejor idea que ponerme a ver un reality show de esos bien americanos, repletos de pendejas histéricas que lloran y luchan con almohadas en ropa interior por motivos difícilmente justificables.

Esto me suena conocido.
¿Deja-vú a este post del blog?

Si hay algo que me sorprende de los reality shows es lo poco que respetan en su concepción artística, si es que existe algo de esa naturaleza en lo absoluto, la idea original que los dio la existencia. Lejos han quedado del concepto original que motivase a George Orwell a escribir su novela de tintes socio-políticos 1984, en donde un ser denominado Gran Hermano hacía las veces de cabeza del Partido como organismo de control e introducción del totalitarismo en la sociedad. Para quienes piensen en esto como ciencia ficción, les dejo una frase robada a Joseph Stalin:

Tu tienes dos ojos. El Partido tiene un millón.

El concepto de que un medio de control es capaz de observar absolutamente todo lo que sucede y como se desenvuelve un conjunto de personas es una idea tan maravillosa como macabra. Arruinada por un montón de productores de televisión que trataron de hacer algo cool al respecto.

Gran Hermano, también conocido como
“HAL 9000 con ceja”

Pero lo más interesante es la total falta de realidad o show en el producto. La falta de show es obvia, no hay nadie produciendo, musicalizando, mostrando alguna habilidad artística o buen gusto en general hacia ninguna de las artes que podrían componer un show. Pero que falle el componente de realidad es incluso peor: ¿Como se puede llamar reality show a un programa que no tiene ni un ápice de realidad? Veamos en que puntos falla:

• Todas las personas que conforman el elenco de participantes son más lindos, agradables, exitosos y con mas personalidad que la media de la población en general.
• Ninguno trabaja, están todo el día panza arriba en una casa de la santísima madre y con pileta (siempre tienen pileta).
• Las participantes femeninas son mucho más fáciles y rápidas que en la vida real.
• Se enfrentan con problemas enormes tales como “Kelly dijo que yo era huesuda”, “me robaste mis 10 minutos de teléfono para hablar con mi novio” o “quien se limpió el culo con la toalla de las manos”.
• En plena época de acceso a la información, los tienen totalmente privados de medios de comunicación.

 
Yo y mis sexys compañeros/as de oficina en lo que
llamamos “un martes cualquiera a las 4 de la tarde”

Pero la gota que rebalsa el vaso y nos hace percatarnos de que lo que estamos viendo es cualquier cosa menos la vida cotidiana de un grupo de sujetos es:

NO TIENEN CELULAR
¿Como carajos puedo pensar que eso es la vida real si
ninguno tiene un maldito celular?