You lying here next to me
Oh, what a groove
You have no idea how it feels
My hands just won’t keep still
En su momento me extendí con sorprendente detalle acerca de un personaje de la fauna cotidiana muy solicitado por las damas hartas de los metrosexuales histéricos, hablo claro está del “Cacho” y todas las bondades que lo caracterizan. Pero en la búsqueda de Cacho, me encontré con un ser mucho más sublime en cualquier sentido observable, que lo supera en cualquiera de sus habilidades como macho y que tan útiles resultan en la conquista de las féminas; en cierta forma estamos hablando de un ser exultante de estas capacidades, el epítome del levante, el súper-Cacho, el ser supremo de la sensualidad masculina. Demos la bienvenida a…
Barry White
(1944 - 2003)
Si son damas y sintieron una corriente eléctrica por la espalda que les produjo un cosquilleo placentero sumado a cierta sudoración inmediata provocada por el aumento de temperatura súbito e inesperado en la habitación, les pido que se queden tranquilas, es perfectamente normal. Si usted lector es un caballero y sufrió los mismos síntomas, también es perfectamente normal: Barry no hace distinciones de géneros o especies, su sensualidad es completamente universal. E instantánea. Y superior a todo lo conocido.
¿Donde está su gran arma de seducción, se preguntarán? Es negro, medio pelado, no se afeita demasiado, está gordo, seguro transpira… y ahí es cuando todo se esclarece: es cantante… y su garganta posee uno de los sub-woofers más poderosos concebidos por la madre naturaleza, capaz de derretir a cualquier mujer y ponerla a sus pies en un instante. Lo que a nosotros nos llevaría horas de hacer buena letra y sumar puntos para ver si logramos acceso al contacto con la zona posterior de una dama, para Barry se reduce a acercarse a la señorita en cuestión y decirle “Hola… nena…” para obtener de ella absolutamente cualquier cosa que desee, desde lo más sublime a lo más perverso.
La leyenda cuenta que Barry tenía prohibido
llamar a líneas telefónicas de asistencia al cliente,
porque provocaba demasiado erotismo y
desconcentraba a las telemarketers.
Pero, afortunadamente, Barry juega a nuestro favor y podemos usar su música como elemento afrodisíaco en el proceso de conquista de una fémina. Todos tenemos cuidadosamente diagramado el asunto en nuestras imaginación: luz tenue, velas, champagne, la mejor ropa, el mejor perfume, la señorita que ingresa al departamento… todo musicalizado por Barry White que suena grave y cálido en los parlantes. Pero deberá aquí este sujeto que muestra el plumaje de la seducción como si de un pavo real se tratase cuestionarse a si mismo si el que ha convencido a la dama ha sido él mismo o ha sido el señor White que desde la mera no existencia corpórea se ha anotado un nuevo éxito con las damas. La respuesta es clara: la conquista ha sido de Barry. De hecho, cuando estés intimando en la cama con esta fémina ella dirigirá sus pensamientos hacia el cantante que ambienta la escena y pensará en su panza gorda peluda y sudada en lugar de tus abdominales marcados (si es que es el caso).
Es un cliché absoluto, pero en tu fantasía está
ese sillón rojo. Siempre estuvo, está
y va a seguir estando.
Pero lo que les voy a contar a continuación es algo inédito hasta el momento en cualquier medio de difusión, y que lo eleva al nivel de un súper-héroe: lo que muy pocos saben es que Barry White era un absoluto fundamentalista del sexo oral en el sentido más literal posible de la palabra oral. Don White no necesitaba siquiera contacto físico con las damas, le bastaba con acercarse lo suficiente a la pelvis femenina y comenzar a hablar en ese tono ultrasónico que todos conocemos y apreciamos en las grabaciones. Improvisaba, le contaba un cuento, le leía el boleto del colectivo, cualquier cosa era exactamente igual porque el poder estaba en su voz: las vibraciones generadas por esos tonos ultra-bajos que despedían sus cuerdas vocales provocaban una intensa vibración interna en la zona del clítoris capaz de llevar cualquier mujer al orgasmo sin entrar en contacto directo con el mencionado órgano. Absolutamente fascinante.
Por ser el eterno aliado en cualquier levante hecho con sensualidad, esmero y dedicación, le rindo un merecido homenaje a Barry White. ¡Salud!
7 comentarios:
Barry White es el Mario Barakus hot
noooo, me siento una pelotuda!!! no sabia que se habia muerto!!! Pobre BARRY!!!
Y es el padre de Arnold (el verdadero, porque el otro era el adoptivo)
Ah, pero si yo lo vengo sosteniendo hace rato que los de Barry White y los de Marvin Gaye son temas de colocación. Fueron compuestos para ponerla, sin duda.
Y dale con la colocación, ya lo adopté como término de cabecera para hablar de 'esos' temas...
Nunca me pareció sexy Barry White, pero a raiz de lo que contás debo admitir que ya no esté entre nosotros una persona con 'semejante talento'
Temas de telorio a pleno los de Barry!
Un grossssssso total!
Creo que me dice "hola nena" y yo tambien me hago caca encima.
a mí solo me causa gracia que se apellide White siendo tan negro...buen homenaje!
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