Cara A Cara (I)

Hoy les traigo el primer post de lo que la numeración presente en el título indica será una saga temática. La idea en Cara A Cara será confrontar disciplinas en una forma que voy avisando no será justa en la evaluación, tengo mi perspectiva en cada uno de los asuntos que aquí planeo tratar y me mantengo fiel a la misma aún cuando estoy seguro de no poder resistir ningún tipo de archivo ya que las contradecirme a mi mismo es mi forma de demostrar aprendizaje y nuevos gustos adquiridos.

Después de ver la lamentable actuación de la selección argentina de fútbol frente a la selección de Brasil, no pude evitar caer en el análisis que voy a dar a continuación.

Fútbol Vs Formula 1

De más está decirlo, soy un fanático absoluto de la Fórmula 1, y los que hayan paseado un poco por el blog rápidamente se darán cuenta de ello. Fanáticos del fútbol, pueden dejar de leer en este mismo instante, estoy un 100% seguro de que lo escrito a continuación no será de su total agrado. De todas formas los animo a leer hasta el final, hasta de la peor crítica se puede sacar una idea importante.

Tal y como indique antes, veía el mencionado partido de fútbol cuando noté la  inmensa cantidad de errores cometidos uno tras otro. Pases mal hechos, pelotas pateadas muy fuera de la proximidad del arco, constantes ataques físicos entre los participantes, descuidos permanentes, gente quejándose a los gritos. Un cúmulo de errores repetidos durante 90 minutos. En cierta forma, la Fórmula 1 es lo diametralmente opuesto, un deporte donde cada milímetro, cada décima de segundo, cada reflejo y reacción es fundamental, preciso y lo más perfecto posible durante 90 minutos. En el fútbol, gana quien menos errores comete y no quien más destreza o estrategia haya tenido en general. En la Fórmula 1, gana quien más cerca de la perfección estuvo, puesto que hasta el más mínimo error puede tener consecuencias fatales no solo para el resultado sino que para la vida misma del piloto.

Muchos sugerirán también que el fútbol es un deporte de equipo, mientras que los deportes motor en general son solitarios y plantean la idea de “el hombre y la máquina contra todo el mundo”. Nada más alejado de la realidad. En un deporte de altísima complejidad como la Fórmula 1 el equipo es tan importante como el piloto, puesto que es el responsable por el auto. Incluso, un deporte de este tipo no deja lugar a los asuntos personales que muchas veces si están presentes en el fútbol en donde algunos tratan de jugar para lucirse sobre el resto y de alguna forma desmerecer el trabajo de todo el equipo.

Finalmente, considero que ciertos fanáticos de equipos de fútbol son terriblemente infrahumanos. El solo hecho de tener que observar cada lunes por la mañana como luego de un partido hubo incidentes, heridos, policías disuadiendo manifestantes mientras que deberían estar protegiendo al resto de los civiles, barrabravas dando órdenes al tiempo que organizan su mafia… no me parece que esa sea la mejor definición de un hincha contento o que realmente apoye a su equipo. Por el contrario, en la Fórmula 1 la situación es la inversa: todos festejando o lamentando según sea el caso, pero civilizados y coherentes, sin caer en temas más apropiados para las páginas de policiales que las deportivas.

Por perfección, por pura pasión, por ser un verdadero trabajo de equipo, y por darme 18 alegrías al año, declaro vencedor de este Cara A Cara a la Fórmula 1. A todos los que tengan opinión contraria, los leeré atentamente en los comentarios.